Cultivos semisilvestres y sus beneficios…

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Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, cuanto más silvestre nace, crece y fructifica una planta, más cualidades nutricionales tendrán los alimentos que obtengamos de ella.

Ya sea que usemos los tubérculos y raíces, o los tallos y hojas, o los frutos y frutas de árboles y plantas… es importante valorar en primer lugar, la calidad de vida de ese ser que nos proporcionará nuestro sustento. Y para ello podemos reflexionar y examinar nuestras acciones a la hora de su cultivo y cuidado.

Obviamente, la recolección de alimentos silvestres es la primera opción siempre que sea viable, y esto requeriría de un artículo aparte dedicado a ello, ya que es un asunto relacionado con muchos otros íntimamente ligados con el desarrollo natural de los ecosistemas, la demografía y la organización social humana y su dieta o alimentación.

Por tanto, una vez que no es de recolecta silvestre de lo que estamos hablando, aparece la siguiente cuestión: ¿Cómo podemos cultivar alimentos de la mejor manera posible y lo más parecido a su desarrollo natural?

¿Cómo podemos relacionarnos con el cultivo de forma que estos alimentos sean lo más parecido a los recolectados crecidos de forma silvestre?

Por supuesto el cultivo natural aporta respuesta a esta cuestión.

Salvias, Lavandas, Mostazas entre variada vegetación silvestre como por ejemplo la Viborera.
Acelgas y Hierbabuena junto con Vezas y Malvas.

El sembrar semillas de vegetales por nuestro vergel, encapsuladas y protegidas en bolitas de arcilla, para que se desarrollen junto con otras especies de abonos verdes, arbustos y árboles frutales y forestales…es la visión idónea de un cultivo natural.

Sin embargo los suelos y procesos de regeneración conllevan un tiempo y no siguen los cánones de producción que la agricultura pretende.

Para estas circunstancias existen métodos de lo que denominamos como cultivo semisilvestre.

¿Cuál es la diferencia de una huerta tradicional ecológica o convencional con una huerta semisilvestre?

Existen antiguas técnicas de cultivo donde no se removía ni labraba el suelo, ni se arrancaban los restos de cultivos de la temporada anterior y se primaba que el suelo se mantuviera protegido y con una capa de humus fruto de la descomposición de los cultivos y las plantas acompañantes.

Si a esto le sumamos las rotaciones y el acompañamiento con abonos verdes, tenemos ante nosotros una forma semisilvestre de cultivar nuestros alimentos.

Igualmente se priorizará que las plantas crezcan directamente de semillas y que no exista un monocultivo ni plantación lineal.

Usando el método de encapsulado en bolitas de arcilla nos aseguramos el éxito en la germinación.

Podemos elegir cualquier lugar o el mismo que sería usado para huerta tradicional, y simplemente hacer un pequeño canal a los lados de nuestros bancales y poner la tierra obtenida de los canales sobre los propios bancales, ligeramente desherbados con antelación. Esta operación se hará solamente una vez al inicio de la preparación de la zona elegida para el cultivo.

De esta forma tendríamos una capa inicial menos endurecida sobre la que depositar nuestras semillas o planteles (si es la única opción posible) y cubriríamos con los restos del deshierbe anterior.

Ya tendríamos preparado nuestro huerto semisilvestre, donde las plantas crecerán sobre un suelo no labrado ni desestructurado, que a la par que sostendrá los cultivos se irá regenerando por la acción de abonos verdes, y las propias plantas que nos proveerán de alimentos, los animales y microorganismos que desarrollarán su vida en ese suelo junto con otras plantas silvestres que permitamos medrar entre las hortalizas.

Esta técnica y otras similares han sido usadas por pueblos antiguos de Asia, África y América.

El crecimiento de los cultivos en estas condiciones es muy similar al silvestre, salvando los apoyos que tengamos que efectuar como riegos y siembras a boleo junto con abonos verdes.

Pero las plantas crecerán bajo sus propios medios, en convivencia, colaboración y competencia en un suelo vivo, donde miles de relaciones entre insectos y otros animales, microorganismos, hongos y bacterias y un largo etc, estarán sucediendo a la vez.

Los alimentos obtenidos serán más ricos en nutrientes por crecer en un suelo así y por haberse desarrollo usando los cientos de sustancias que los vegetales producen para protegerse, comunicarse, reproducirse, etc., y que a nosotros nos sirven como nutrientes y medicinas.


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