Masanobu Fukuoka, el «padre» del Cultivo Natural

Masanobu Fukuoka

Masanobu Fukuoka (2 de febrero de 1913 – 16 de agosto de 2008) ha sido una de las mayores influencias que hemos tenido para “girarnos y mirar” con escepticismo todo lo que oficial y tradicionalmente ha sido aceptado como correcto y asumido como posible o imposible.

Las palabras de Fukuoka son una verdadera inspiración, y representan un factor irreversible de transformación, para aquellos que en su inconformidad e insatisfacción con lo establecido buscamos formas correctas de relación con nuestro entorno.

Pero lo expresado por Fukuoka no es meramente algo técnico o un conjunto de métodos más o menos naturales, como por desgracia muchos creen y han creído… Sino que Fukuoka señala directamente a la causa primera de todo error y conflicto en el mundo de las relaciones, ya sean con lo que sucede en uno mismo, con lo que sucede en otros o con lo que sucede en el resto de la naturaleza.

Muchas veces él explicó que su labor de desarrollo e investigación del cultivo natural era solo una expresión más de su comprensión de los hechos, bruscamente influenciados en su juventud por una percepción directa al contemplar plantas asilvestradas de arroz creciendo lejos del control del limitado conocimiento humano.

Y precisamente, fue esta percepción la que le proporcionó una profunda comprensión del hecho de que el limitado conocimiento discriminativo no era la herramienta útil para el mundo de la relación.

El conocimiento técnico siempre es fragmentario y sus limitaciones no le permiten abarcar la totalidad. Inevitablemente al invadir, en la ignorancia de sus propios límites, el mundo de la relación de lo total o absoluto, aporta separación y conflicto al tratar de imponer dicha separación ilusoria sobre algo indivisible factualmente.

Esta comprensión es la que funcionaba en Fukuoka al mirar cada acto y pensamiento en relación con la naturaleza, y de ello brota aquello que decidió llamar «cultivo natural».

No podemos más que agradecerle su maravillosa aportación, al traer comprensión a este mundo que tan en tinieblas y en la oscuridad de la ignorancia egocéntrica funciona, y continuar sus pasos en base a la comprensión de los hechos y el descubrir las más correctas formas de relación con la naturaleza y con la resolución de nuestras necesidades biológicas.

“El fin último del cultivo natural no es la producción de alimentos, sino el cultivo de perfeccionamiento de los seres humanos”


Masanobu Fukuoka

Reseña biográfica extraída del libro La senda natural del cultivo:

“Nacido, en 1913, en una pequeña ciudad campesina de la isla de Shikoku, en la región Sur de Japón, Masanobu Fukuoka recibió su entrenamiento en Microbiología como fitopatólogo. Su dominio de esta ciencia occidental, introducida en su época en Japón, le orientó enseguida hacia lo que prometía ser una estable y tranquila profesión, como Inspector Agrícola de Aduanas en el puerto de Yokohama, siendo encargado de la realización de ensayos en relación con la importación y exportación de vegetales. Luego, repentinamente, a los 25 años de edad, surgieron dudas en su mente. Comenzó a cuestionarse sobre todas las cosas que había aprendido acerca de las “maravillas” de la moderna Ciencia Agrícola y, en un despertar visionario, comenzó a ver que todos los “logros y conclusiones” de la civilización humana carecían de significado frente a lo que es la totalidad de la Naturaleza. A partir de ese momento, su vida se ha dedicado por entero a cumplir el embrujo de su visión, situándole en un centro focal aún más grande e inmediato.”